I

nada era presa del eclipse

en cierta región de tu carne
un trueno era tejido y destejido
y un eco de cristales nos hundía

como una mosca muerta
el lunar de mi boca

qué vi en la gema de tu vientre?
mi espuma floricida castigaba
la vía láctea de tus pechos?

no sé… sé que llorabas
que fuiste frágil

yo fui terrible, marchito

recuerdas esa piedra vengativa
con que crispé tu cadáver?
mi mano lapidaria la recuerda...

recuerdas? todavía
no éramos presa éramos libres
del eclipse

II

sólo el amor nos aguarda
no la tierra ni la osamenta cruda

sólo el amor aguarda

por el amor seremos juzgados

III

soy hermano del diablo y en mi puño
se desploma el destino de los hombres

hijo de dios: te han olvidado
y el arca es relamida por las aguas

es tu última tormenta

IV

en el abyecto corazón del día
sé que una luna sanadora duerme

crece como una pálida azucena
en la tierra mojada de tus ojos

puede que la esperanza esté perdida,
pero hay un redentor oculto siempre
en la más inocente de las cosas,
y el odio no es eterno ni es un alma
lo que asesina la tuya

por eso duermes en la noche sucia
una moneda antigua y misteriosa
te aguarda bajo las aguas