Though I walk through the valley of the shadow of death, I will fear no evil: for thou art with me.
— Psalms, 23:4
ves en el corazón de mi agonía
un interior de luz inmarcesible?
ves en mi palidez un imposible
rubor? ves en mi cáscara sombría
cómo mi carne nunca estará fría
si doy feliz el paso ineludible?
sí… aunque mi muerte me es incognoscible
sigue siendo, después de todo, mía…
no llorarás por mí, no verás una
serpiente amanecer en mi retrato
tuya será la paz que me consume
y en el último eclipse de la luna
oirás el rechinar de mi zapato
y olerás en la muerte mi perfume