Es curioso que el ajedrez, un arte noble y discreto, sea de naturaleza y origen marcial. En esto se parece a la épica. Homero, apacible y ciego, cuenta las hazañas de griegos y troyanos; el ajedrecista las simula.
Es curioso que el ajedrez, un arte noble y discreto, sea de naturaleza y origen marcial. En esto se parece a la épica. Homero, apacible y ciego, cuenta las hazañas de griegos y troyanos; el ajedrecista las simula.