En el antiguo patio se han urdido
las hebras de un oscuro laberinto
donde todo es igual, pero distinto
(como lo es en el sueño y el olvido).
Oh, igual era la vasta luna, apenas
luciendo la penumbra de la rosa,
que acaso ni era igual ni era otra cosa
que antes, como arena en las arenas.
Y estabas tú. (Da igual si fue la vida,
el sueño o la memoria. Acaso verte
revela que la vida y que la muerte
son sueño y son memoria a su medida.)
¿Eras tú? ¿Era tu sombra? Oh, triste rosa
que a un tiempo has sido vívida y dudosa…!