en el abyecto corazón del día
sé que una luna sanadora duerme

crece como una pálida azucena
en la tierra mojada de tus ojos

puede que la esperanza esté perdida,
pero hay un redentor oculto siempre
en la más inocente de las cosas,
y el odio no es eterno ni es un alma
lo que asesina la tuya

por eso duermes en la noche sucia
una moneda antigua y misteriosa
te aguarda bajo las aguas