De acuerdo con un reporte de Amnistía Internacional, casi doscientos niños fueron detenidos arbitrariamente y torturados brutalmente en Venezula durante el mes de septiembre. Tras días detenidos sin cargos en su contra, durante los cuales no se les dio de comer ni de beber, finalmente fueron llevados ante un juez y, sin evidencia alguna, acusados de terrorismo. Los jueces hicieron oídos sordos a los alegatos de tortura de los niños. La tortura, de acuerdo con lo que reportaron los niños, involucró electrocutamiento, apaleamiento con bates de béisbol, asfixia, y amenazas de violencia sexual y muerte. (Es concebible, aunque no hay evidencia de esto ni se lo discute en el reporte, que haya existido violencia sexual y no haya sido denunciada.)