La vigilancia en Hong Kong aumenta cada vez más a medida que China, vía la así llamada Ley de Seguridad Nacional, fortalece su agarre sobre la antigua colonia inglesa. El gobierno abrió una nueva hotline donde la gente puede enviar videos, grabaciones, fotos, o cualquier tipo de información que concierna a proteger la seguridad nacional. En otras palabras, el gobierno incentiva a los ciudadanos a acusarse unos a otros. (Esto, debe decirse, es típico: lo hizo la dictadura militar en Argentina, otros gobiernos represivos lo hacen también.) Todo esto inevitablemente genera un clima de desconfianza y silencio. Según un artículo en The Guardian, la región se ha llenado de cámaras con reconocimiento facial.