Hayat Tahrir al-Sham (HTS) es un grupo armado suní operando en Siria y conformado por diversas facciones aliadas. El grupo se conformó en 2011 como un brazo directo de al-Qaeda, aunque en ese momento fue bautizado con otro nombre. En 2016 cortó lazos con al-Qaeda y empezó una campaña mediática para distanciarse de grupos extremistas y mejorar su reputación. Dicha campaña no fue sostenida con los hechos.
Por ejemplo, en marzo de 2017, se adjudicó un atentado en Damasco que mató al menos 40 personas, en su mayoría chiitas irakíes. El grupo ha estado involucrado en la tortura, desaparición forzada, violación y ejecución sumaria de personas. En muchos casos, estos abusos fueron por razones religiosas (por ejemplo, dos personas detenidas por rezar inapropiadamente). Sus incontables violaciones de derechos humanos y religiosos, así como sus métodos de tortura, están ampliamente documentados en este reporte estadounidense, este otro de la Syrian Network for Human Rights, y este de las Naciones Unidas.
En un reporte de Amnistía Internacional sobre Siria, del 2023, se menciona brevemente que el HTS sometía a detenciones arbitrarias y en condiciones indignas a periodistas y activistas críticos con el grupo. En otro reporte los acusan de sitiar dos localidades sirias impidiendo el acceso de ayuda médica y humanitaria. Human Rights Watch también reportó arrestos arbitrarios.
El régimen de Bashar Al-Assad fue repugnante y brutal, pero es probable que Siria no esté mucho mejor ahora que el HTS ha tomado el poder. Si bien el grupo ha dicho estar listo para entregar el poder pacíficamente a un gobernante electo por el pueblo, los eventos son demasiado recientes para saber si esto es cierto o no. El historial del grupo no inspira confianza.